El hombre de nuestros tiempos necesita
poseer una
consciencia formada e informada de sus
derechos y
de todo aquello que pueda ayudarle a
vivir
de una manera más digna.
J.Luis Saucedo
J.Luis Saucedo
¿Qué es la vida?
Es la primera pregunta que me surge, o mejor dicho ¿Qué es la vida para la
gente que no tiene acceso a servicios básicos de salud, a un trabajo
dignamente remunerado, a una posibilidad de recibir educación, a una
inexistente posibilidad de vida familiar, a una
nula actividad deportiva,...? ¿Qué es la vida para aquellos
quienes el vivir representa un sobrevivir? El tiempo presente, a pesar
de sus grandes avances tecno-científicos, numerosos progresos a nivel de
salud, búsquedas de nuevas técnicas de conocimiento del universo, posee un
grave problema a nivel de sentido humano.
Es necesario que
se hable menos y se trabaje más. Para qué sirve un gobierno con una infinidad
de propuestas sobre desarrollo humano, que se van matizando y repitiendo con el
paso de los años, si no se hace nada para eliminar la corrupción al interior de
los que toman las decisiones por los ciudadanos, si se siguen dando fraudes
millonarios que paralizan el sector salud, que dejan sin presupuesto para
infraestructura, si se recorta el PIB destinado a la educación e
investigación, pero que los gobernantes de los estados se aumentan los sueldos,
si a los servidores públicos se llenan de más y más privilegios, gozan de los
mejores viajes y restaurantes.
Las necesidades
fundamentales en el ser humano son insustituibles. Es necesario que se haga un
eco desde los primeros años de la niñez para formar en ellos una
conciencia de libertad, dignidad, y caridad. Vivir en el mundo es una
responsabilidad con uno mismo y con el otro.
La vida humana
no puede ser devaluada por debajo del interés económico, ni ser discriminada
por falta de recursos, tampoco excluida de los medios de crecimiento y
desarrollo por ser pobre. No hace falta más que ver cómo los polos de
ayuda a veces se invierte: Dos enfermos, uno grave pero pobre, otro
sin gravedad pero rico; ambos frente a un hospital privado. El acceso se los
dan al rico que no lo necesita tanto como el pobre. Moraleja, los mejores
servicios deberían ser para los que más necesitan, no para los que más tienen.
Muchas empresas
transnacionales, las cuales son dirigidas por personas, en su búsqueda
insaciable de prestigio, poder y dominio, ignoran que quien se encarga de
llevarlas y mantenerlas son sus empleados. Trabajadores que antes de ser
obreros son personas con necesidades de educación, salud y alimentación digna.
El mundo gira en
torno a la economía, y ésta, domina muchas veces la conciencia del hombre, la
subyuga y hace de ella un instrumento de producción. Por tanto, quién queda
alienado por una insensibilidad en sus relaciones intersubjetivas,
queda automáticamente instalado en el consorcio capitalista que sólo vive para
ganar, acumular y gastar.
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